lunes, 20 de mayo de 2013

Cheesecake de chocolate


Es prácticamente imposible encontrar a alguien a quien no le guste una buena tarta de queso, ya sea la clásica versión con mermelada de fresa o frutas del bosque, o esta un poco más rara con chocolate, que combina genial con la acidez del queso. Es una receta fácil de hacer y puede dar mucho juego si buscamos combinaciones un poco diferentes. Podemos probar a añadirle ralladuras y zumos de naranja, lima o limón, para buscar sabores cítricos, o añadir frutas frescas como melocotones o cerezas en el interior de la tarta, por ejemplo. En cualquier caso, no se puede fallar con una de estas.

Cheesecake con queso fresco básica


Ingredientes:

Para la base: 

250 g de harina
60 g de azúcar
130 g de mantequilla fria
1 yema de huevo

Para el relleno:

500 g de queso fresco tipo Filadelfia
125 g de azúcar
4 huevos
300 g de nata fresca (créme fraîche)
3 cucharadas de harina
4 cucharadas de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la base ponemos la harina en un recipiente y la mezclamos con el azúcar. Cortamos la mantequilla en trozos pequeños y lo añadimos junto con la yema de huevo a la harina. Amasamos todo hasta conseguir una masa que se desmenuce como en migas pequeñas. Formamos una bola, la envolvemos con film transparente y la dejamos reposar en la nevera 30 minutos. 
Calentamos el horno a 200 ºC. Para el relleno, batimos el queso fresco con el azúcar. Separamos las claras de las yemas. Mezclamos las yemas y las nata fresca con la crema de queso. Batimos la harina y la leche hasta que no queden grumos y lo incorporamos a la masa. Montamos las claras a punto de nieve y las mezclamos con el resto con cuidado de no perder mucho aire. 
Engrasamos el molde y extendemos la masa de la base con las manos por la superficie formando un borde de 3 cm de alto (un truco para que no quede muy densa y a la hora de cortar la tarta la base esté muy dura es no apretar la masa demasiado, e intentar que el borde no quede demasiado grueso). Horneamos durante 10 minutos en la mitad del horno
Subimos la temperatura del horno a 225 ºC. Vertemos el relleno sobre la base y horneamos durante 15 minutos, entonces bajamos la temperatura 120 ºC y horneamos la tarta durante 50 minutos más. Si es necesario, cubrimos con papel de aluminio para que no se queme. Dejamos enfriar la tarta en la nevera.

Versión de chocolate: Separamos 1/3 de la masa de queso en otro recipiente, derretimos 150 g de chocolate y lo mezclamos con esta parte de la masa. Cuando hallamos horneado la base, echaremos en el molde la masa que tiene chocolate y la que no diferentes tandas, y finalmente lo mezclaremos dando unas pocas pasadas con un cuchillo pequeño para que quede con aspecto amarmolado, este paso no me ha salido muy bien, pero lo he explicado igualmente ;)




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